domingo, 7 de febrero de 2016

Escribir para vivir...

No hay que perdonar, porque no debemos esperar que alguien pida perdón ni esperar arrepentimiento de quien nos haya engañado o lastimado.
Podemos vivir y amar a esa persona, amarle y decirle en sueños cuánto le amamos, al oído abrazándola con todo el amor que somos capaces de sentir y vivir felices de ese amor. Dejar atrás todo el dolor que nos haya causado, dejar atrás la tristeza de sus mentiras o el desamor, dejar atrás la imposibilidad de la correspondencia de un amor.
Vivir y sonreír felices de gozar el amor que vive y existe en nuestro corazón y compartir el lugar que ocupa lo más importante que es la fe. Orar todas las noches y pedirle a Dios que sea feliz.

Anoche soñé que le hablaba y le decía ¿sabes cuánto te amo? y él respondía que sí sabía. No podía verle el rostro, pero le abrazaba y tenía paz por decírselo...


No hay comentarios: