martes, 29 de diciembre de 2015

EL CAMINO LENTO/ Marge Piercy


¿Qué pueden hacerte?
Lo que ellos quieran.
ellos pueden instalarse,
ellos pueden reventarte,
ellos pueden romper tus dedos,
ellos pueden quemar
tu cerebro con electricidad,
nublarte con drogas hasta
que no puedas caminar,
no puedas recordar,
ellos pueden tomar tu niño,
emparedar a tu amante.
Pueden hacer cualquier cosa,
que no puedes culparles por hacerlo
¿Cómo puedes pararlos?
Sólo puedes pelear,
Puedes negarte, puedes vengarte,
pero todo se te vendrá encima.

Pero dos personas peleando
hombro a hombro pueden esquivar
una mafia, una fila de personas avanzando de la mano
pueden romper un cordón, un ejército
puede enfrentar a otro ejército.

Dos personas pueden mantenerse
sanas, brindarse apoyo, convicción,
amor, masajes, esperanza, sexo.
Tres personas son una delegación,
un comité, un grupo de presión. Con cuatro
se puede jugar bridge y formar
una organización. Con seis
se puede alquilar toda una casa,
comer pastel en la cena sin
invitados, y armar una fiesta para recaudar fondos.
Una docena hacen una marcha.
Cien llenan un edificio.
Mil tienen solidaridad y su propio boletín;
diez mil, poder y su propio periódico;
cien mil, su propio medio de comunicación;
diez millones, su propio país.

Así sigue de a uno por vez,
comienza cuando a uno le importa
actuar, comienza cuando uno lo hace
otra vez y le dicen que no,
comienza cuando uno dice Nosotros
y sabe a quién se refiere, y cada día
significa uno más.

viernes, 25 de diciembre de 2015

ACERCA DEL VIVIR/Nacim Hikmet

I
El vivir no admite bromas.
Has de vivir con toda seriedad,
como una ardilla, por ejemplo;
es decir, sin esperar nada fuera y más allá del vivir;
es decir, toda tu tarea se resume en una palabra:
Vivir.
Has de tomar en serio el vivir.
Es decir, hasta tal punto y de tal manera
que aun teniendo los brazos atados a la espalda,
y la espalda pegada al paredón,
o bien llevando grandes gafas
y luciendo bata blanca en un laboratorio,
has de saber morir por los hombres.
Y además por hombres que quizás nunca viste,
y además sin que nadie te obligue a hacerlo,
y además sabiendo que la cosa más real y bella es
Vivir.
Es decir:
has de tomar tan en serio el vivir
que a los setenta años, por ejemplo,
si fuera necesario plantarías olivos
sin pensar que algún día serían para tus hijos;
debes hacerlo, amigo, debes hacerlo,
no porque, aunque la temas, no creas en la muerte,
sino porque vivir es tu tarea.

II
Sucede, por ejemplo,
que estamos muy enfermos;
que hemos de soportar una difícil operación;
que cabe la posibilidad
de que no volvamos a levantarnos de la blanca mesa.
Aunque sea imposible no sentir
la tristeza de partir antes de tiempo,
seguiremos riendo con el último chiste,
mirando por la ventana para ver
si el tiempo sigue lluvioso,
esperando con impaciencia
las últimas noticias de prensa.
Sucede, por ejemplo, que estamos en el frente,
por algo, por ejemplo, que vale la pena que se luche.
Nada más comenzar el ataque, al primer movimiento,
puede caerse cara a tierra, y morir.
Todo esto hemos de aceptarlo con singular valor,
y a pesar de todo, preocuparnos apasionadamente
por esa guerra que puede durar años y años.
Sucede
que estamos en la cárcel.
Sucede
que nos acercamos
a los cincuenta años,
y que faltan dieciocho más
para ver abrirse las puertas de hierro.
Sin embargo, hemos de seguir viviendo con los de fuera,
con los hombres, los animales, los conflictos y los vientos,
es decir, con todo el mundo exterior que se halla
tras el muro de nuestros sufrimientos;
es decir: estemos donde estemos
hemos de vivir
como si nunca hubiésemos de morir.

III
Se enfriará este mundo,
una estrella entre las estrellas;
por otra parte una de las más pequeñas del universo,
es decir, una gota brillante en el terciopelo azul,
es decir, este inmenso mundo nuestro.
Se enfriará este mundo un día,
algún día se deslizará
en la ciega tiniebla del infinito
-no como una bola de nieve,
no como una nube muerta-,
como una nuez vacía.
Desde ahora mismo se ha de sufrir por todo esto,
ha de sentirse su tristeza desde ahora,
tanto ha de amarse el mundo en todo instante,
se le ha de amar tan conscientemente
que se pueda decir: "He vivido"

lunes, 21 de diciembre de 2015

Respirar...

El sur del sur.


Vencer los miedos. Vencer el miedo que nos inoculan a las mujeres, vencer la sagrada línea de lo periférico y lo que está por “dentro” y abandonarlo. Hace algunos años una mujer en Turquía fue asesinada y todo en torno a la noticia era ¿Por qué viajaba sola? Y ese es el círculo concéntrico, los corrales del “privilegio” en el que se confiere a las mujeres.

Vencer el miedo, antes he viajado sola pero no por esta carretera, no tantas horas. Tomar el auto y andar por la carretera, por la más solitaria, la que no tiene pueblos y solo tiene selva y silencio. Mucho silencio. Los monstruos están adentro, no afuera. No hay jaguares en el día. Sin música porque olvidé el aparatito, así que solo canto, canto para mí, a todo grito, canto y lloro con la letra de esas canciones, qué tristes son y ni cuenta me había dado. Y sigo, manejo por horas y el camino parece no acabar, juraría que ya había pasado por aquí. O fue la vez pasada. El camino angosto, el camino de polvoso sascab, el sol en lo alto y la selva anunciando que un pueblo adelante nos cambia las geografías. Seguir la rutina de la revisión y la sonrisa forzada a los militares. El camino se ensancha pero mi corazón sigue apretujado. Voy hacia el Sur, más al sur y me alejo de todo menos de mí, de esta voz que se repite una y otra vez, que algunas veces se acalla y otras solo me acostumbro a ella. Aquí platicamos en paz en el silencio de este auto en movimiento. Cómo quisiera volver a recorrer esta carretera como aquella noche cuando vi el horizonte arder, era la quemazón de la zafra.
Los árboles y su verdor, ¿por qué es tan verde el sur?, me acerco más a la frontera, me aproximo a este México que se extingue por una frontera absurda y pienso en lo estúpidas que son las líneas fronterizas. A quién se le ocurre cortar un “brazo” de tierra, una península que sobresale y decir que aquí es México y allá es Belice. No lo entiendo.


El viaje de trabajo, la ciudad con sus amplias calles. No alcanzo a mirar el prometido letrero de “aquí termina México”, tampoco tenía muchas ganas de verlo. Chetumal se acaba pronto entre el compromiso del trabajo y el cansancio, ese que no se va desde hace tiempo, esa espalda que se conduele y me arrastra en su fatiga. Este cuerpo que ya no da.

martes, 15 de diciembre de 2015

Soñé


Soñé que nos abrazábamos
Yo en tu luz
tú en mi sombras
éramos el encuentro y


la armonía de las noches y los días
el eclipse y el colapso de planetas
entre las ramas de los arboles.

15 de diciembre 2015.

domingo, 13 de diciembre de 2015

Autobiografía/Nazim Hikmet


Nací en 1902
no he vuelto nunca a mi ciudad natal
no me gustan los retornos
a los tres años en Alepo era nieto de bajá
a los diecinueve estudiante en la universidad comunista de Moscú
a los cuarenta y nueve otra vez en Moscú invitado por el Comité Central
y desde los catorce años soy poeta

hay hombres que conocen las diferentes clases de hierbas; otros, de peces;
                                                                                            yo, de separaciones
hay hombres que se saben de memoria el nombre de cada estrella;
                                                                                            yo, de nostalgias

he dormido en las cárceles y en los grandes hoteles
he conocido el hambre y también la huelga de hambre y no hay plato
                                                                                                                que no haya probado
a los treinta años quisieron ahorcarme
a los cuarenta y ocho quisieron concederme el Premio mundial de la Paz
                                                                                       y me lo concedieron
a los treinta y seis durante medio año sólo pude recorrer cuatro metros
                                                                                                  cuadrados de hormigón
a los cincuenta y nueve volé desde Praga a La Habana
                                                                       en dieciocho horas

no conocí a Lenin pero hice la guardia de honor junto a su féretro en 1924

en 1961 el mausoleo que visito son sus libros

han intentado alejarme de mi partido
                                                                             pero han fracasado
tampoco he sido aplastado por los ídolos caídos
en 1951 viajé por mar hacia la muerte con un joven camarada
en 1952 con el corazón cascado esperé la muerte durante cuatro meses

estuve locamente celoso de las mujeres a las que amé
no envidié a nadie ni siquiera a Charlot
engañé a mis mujeres
pero nunca hablé mal de mis amigos a sus espaldas

he bebido pero no soy un borracho
tuve la suerte de ganarme siempre el pan con el sudor de mi frente

si mentí fue porque sentí vergüenza ajena
por piedad
                       pero también he mentido porque sí

he montado en tren en avión y en coche
la mayoría no puede hacerlo
he ido a la ópera
                      la mayoría no puede ir y ni siquiera sabe que existe
sin embargo desde 1921 no voya muchos de los sitios
                      donde va la mayoría la mezquita la iglesia la sinagoga
                      el templo el curandero
                      pero a veces me gusta que me lean los posos de café

se me ha publicado en treinta o cuarenta lenguas
                        pero estoy prohibido en Turquía en mi propia lengua

hasta ahora no he tenido cáncer
tampoco es obligatorio
nunca seré primer ministro o algo parecido
tampoco me gustaría serlo
nunca he ido a la guerra
no he descendido a los refugios en medio de la noche
no he recorrido los caminos del exilio bajo el vuelo rasante de los avi0nes

pero me he enamorado ya cerca de los sesenta
camaradas en pocas palabras
hoy en Berlín aunque muerto de nostalgia
                                             puedo decir que he vivido como un hombre
pero los años que me quedan por vivir
                       y las cosas que puedan sucederme
                                                                     ¿quién lo sabe?

Esta autobiografía fue escrita en Berlín Oriental el 11 de setiembre de 1961
De "Últimos poemas 1959-1960-1961"
Versión de Fernando García Burillo
(Ediciones del oriente y del mediterráneo -Madrid 2000)

sábado, 12 de diciembre de 2015

Tú compañía/ Roque Dalton

Tu compañía/Roque Dalton
(Para ti...)

Cuando anochece y tibia
una forma de paz se me acerca,
es tu recuerdo pan de siembra, hilo místico,
con que mis manos quietas
son previsoras para mi corazón

Diríase: para el ciego lejano
¿qué más dará la espuma, el polvo?

Pero es tu soledad la que puebla mis noches,
quien no me deja solo, a punto de morir.
Somos de tal manera multitud silenciosa...


sábado, 5 de diciembre de 2015

El amor ahuyenta el miedo

“El amor ahuyenta el miedo y, recíprocamente el miedo ahuyenta al amor. Y no sólo al amor el miedo expulsa; también a la inteligencia, la bondad, todo pensamiento de belleza y verdad, y sólo queda la desesperación muda; y al final, el miedo llega a expulsar del hombre la humanidad misma.”   Aldous Huxley (1894-1963) Novelista, ensayista y poeta inglés.

Prologar la vida/ Prólogo al libro Perjura Mujer, de Carmen Saavedra.



Argentina Casanova

La vida está llena de momentos, simples, sencillos, cotidianos, de esos de los que las personas dicen se llenan de hastío y de abrumadora llanez. Es a esos días, a esos instantes a los que Carmen Saavedra hace un poemario. La cotidiana existencia llena de poesía en este libro que ha titulado como Perjura Mujer, una obra que se complementa con otros dos libros y que se reúne como una propuesta fresca y sincera.

Si algo puede ofrecer una o un poeta en estos tiempos es su sinceridad, en la discusión entre el canon y la forma que busca ser premiada, la sinceridad suele ser el elemento valioso de toda obra poética, cada vez más escasa. Todo se escribe en la expectativa de la pretensión de algo, existir para trascender más que para existir.
En eso radica la belleza de este libro que reúne poemas escritos a lo largo de los últimos meses y quizá años de una mujer cuya vida forma parte de la obra poética que aquí se presenta, ¿y es que acaso hay otra forma de vivir la poesía?
Y soy la de los mil rostros
el monstruo, la medusa, la recién nacida,
me duele el miedo en la casa del corazón.

Los hombres en el pantano/ José Revueltas

Los hombres en el pantano

José Revueltas


La cuestión era escuchar algo vivo, y todos esperaban que este anhelado acontecimiento se produjera una vez más, de cualquier modo y como fuese, después de las dos ocasiones, ya tan lejanas al parecer, en que había ocurrido y en que esto los hizo respirar con un alivio cínico, puro y ruin, ahí metidos como estaban, con el agua cenagosa hasta el pecho.
Tres insoportables días de infierno, de silencio enloquecedor, las dos patrullas enemigas una frente de la otra, absolutamente nada más vigilándose, pero con una vigilancia ciega, que no disponía sino tan sólo de los ruidos para orientar el fuego de sus armas en medio del espeso manglar.
La primera ocasión fue cuando el cabo Frank Robles, de Arizona, comenzó a chillar como un estúpido y en seguida una ráfaga de plomo japonés lo hizo callar para siempre. La segunda fue en el otro extremo del pantano --a muy corta distancia y también durante el primer día--, entre los juncos donde estaba el enemigo: alguien que no pudo reprimir un acceso d tos, por lo visto alguien delicado de salud y susceptible a los resfriados, de los que, después de esto, ya no tendría oportunidad de contraer jamás ningún otro. Los dos hombres habían lanzado al morir un alarido espantoso --el de Arizona y el japonés a su turno respectivo--, un alarido que pareció reconfortar, tonificar de igual manera a los dos bandos, en aquella lucha de silencios, de inmovilidad absoluta, que era peor que cualquier otra cosa del mundo.
Se trataba únicamente de oírse, de oírse nada más, y no importaba que el grito representara una baja japonesa o norteamericana, sino que todos supieran, mediante ese grito, mediante esa muerte, que cada uno de ellos no estaba solo ni muerto sobre la superficie de la tierra.

viernes, 20 de noviembre de 2015

martes, 28 de abril de 2015

Cada noche/ Argentina Casanova

Cada noche
yo dormía sobre tu pecho
en cada despertar
miraba tus ojos buscando en esa oscuridad
me preguntaba si aún me recordabas
así lo hice cada noche
sin perder un solo día
sin días feriados ni puentes
y mucho menos vacaciones
la cama no por ser ancha me sobraba
ahí estaba tu espacio
yo ocupando mi lado sin invadir tu ausencia
sin abarcarla
porque nunca hubo nada suficiente
para ocuparla toda

Tú volvías océano ante mis ojos
gaviota sombra arena y ceniza
eras todo en el sueño
eras ausencia que naufragaba en mi realidad
Recorro otra vez calles de mi historia
ciudades y caminos
en todos tú eres presencia
donde mi pasado fue borrado con tu nombre
tus ojos
despierto de ese largo sueño
en el que no existo   soy ausencia sobre tu cama
soy el recuerdo de algún tiempo
una marca que miras  cuando despiertas
sobre tu almohada.


viernes, 10 de abril de 2015

Los días así/Argentina Casanova


Yo era un pez/Argentina Casanova


Mi vida con la ola, Octavio Paz.

"Ciertas noches su piel se cubría de fosforescencias y abrazarla era abrazar un pedazo de noche tatuada de fuego. Pero se hacía también negra y amarga. A horas inesperadas mugía, suspiraba, se retorcía. Sus gemidos despertaban a los vecinos. Al oírla el viento del mar se ponía a rascar la puerta de la casa o deliraba en voz alta por alas azoteas. Los días nublados la irritaban; rompía muebles, decía malas palabras, me cubría de insultos y de una espuma gris y verdosa. Escupía, lloraba, juraba, profetizaba. Sujeta a la luna, las estrellas, al influjo de la luz de otros mundos, cambiaba de humor y de semblante de una manera que a mí me parecía fantástica, pero que era tal como la marea."

Fragmento de Mi vida  con la ola, de Octavio Paz.


domingo, 22 de marzo de 2015

Mujer políticamente incorrecta/Argentina Casanova

Tengo que aprender
la sutileza
borrar los versos que cantaba para él
quedarme con el silencio
que a veces es más voz

¿Cómo puedo amarle
cómo?
a él
soy políticamente incocorrecta
no me quedo callada cuando él habla
cuando pregunta -respondo y vuelvo a preguntar
frente a su silencio soy tronco de árbol partido por un rayo
cómo amarlo a él
hombre blanco socialmente aceptado
yo
mujer de ojos migrantes piel oscura pelo de india
¡tú no eres el enemigo
tú camarada ausente!

Mi abuela hablaba de Mobile
de donde vino su abuela
lo dicen mis caderas y piel
negrita pequeña me decían
negrita que no duerme de noche
negrita ¡ah qué existencia!
ser morena
ser india
ser mujer
ser loca

Sería más fácil amarlo si yo fuera hombre
si fuera mi hermano
entonces me miraría
podría oírme
podría ver una persona caminando a su lado
<
nada es tuyo
nada, no lo olvides, nada>>
aquí no puedo ser dueña de mi voz
ni del nombre de mis propios amores

Tengo que aprender
la sutileza
borrar todos los versos 
quedarme en el silencio
que a veces es más voz
solo entonces seré buena mujer

Ya tendré otra vida
otro lugar ha de existir -lo creo-
donde ser mujer no sea un delito
un error
ni maldición de pecado.
donde pueda llenar mi piel de golondrinas
hacer de mi cuerpo el muro para escribirle poemas.





martes, 17 de marzo de 2015

Hoy estoy sin saber no sé cómo/Miguel Hernández

HOY ESTOY SIN SABER YO NO SÉ CÓMO
hoy estoy para penas solamente,
hoy no tengo amistad,
hoy sólo tengo ansias
de arrancarme de cuajo el corazón
y ponerlo debajo de un zapato. 
Hoy reverdece aquella espina seca,
hoy es día de llantos en mi reino,
hoy descarga en mi pecho el desaliento
plomo desalentado. 

No puedo con mi estrella,
y me busco la muerte por las manos
mirando con cariño las navajas,
y recuerdo aquel hacha compañera,  


y pienso en los más altos campanarios
para un salto mortal serenamente. 

Si no fuera ¿por qué?... no se por qué,
mi corazón escribiría una postrera carta,
una carta que llevo ahí metida,
haría un tintero de mi corazón,
una fuente de sílabas, de adioses y regalos,
y ahí te quedas, al mundo le diría. 

Yo nací en mala luna.
Tengo la pena de una sola pena
que vale más que toda la alegría. 

Un amor me ha dejado con los brazos caídos
y no puedo tenderlos hacia más.
¿No veis mi boca qué desengañada,
que incomformes mis ojos? 

Cuanto más me contemplo más me aflijo:
cortar este dolor ¿con qué tijeras? 

Ayer, mañana, hoy
padeciendo por todo
mi corazón, pecera melancólica,
penal de ruiseñores moribundos. 

Me sobra el corazón. 

Hoy descorazonarme,
yo el más descorazonado de los hombres,
y por el más, también el más amargo. 
No sé por qué, no sé por qué ni cómo
me perdono la vida cada día. 

(Poemas sueltos) 

  

domingo, 15 de marzo de 2015

Un nuevo muro/Argentina Casanova

Me he inventado un nuevo muro
en él voy a poner todos los poemas, las canciones y fotografías
que borré del otro para ser políticamentecorrecta
como las mujeres buenas debemos ser
lo volveré a poner todo y nuevas cosas
porque todo es mío y nada hay tuyo hay ahí
mío es el amor
mía la congruente locura
mía la lucha por mis horas de laberinto
confesos
mías son las palabras que alguien jamás escuchó
mías las fechas y los sueños
míos hasta las silencios y las pausas
las ideas y el café
la forma de entender la realidad
que nada ahí es tuyo

y nada te pertenece
como tampoco es de los otros a quienes escribí poemas
los hice con mis noches
con mi sangre y con mis lágrimas
ni sus nombres me sirven
ni me servirá el tuyo
podré no ser poeta
pero al menos he amado como alguna

Aquí en este muro
no hay compraventa ni devolución
yo no he vendido nada
todo era un regalo, con nada me quedé 
y con nada empiezo otra vez.


Contradicciones ideológicas al lavar un plato /Kyra Galván

Entre el Yin y el Yang
 ¿cuántos eones?
 JULIO CORTÁZAR

 Contradicciones ideológicas al lavar un plato. ¿No?
 Y también quisiera explicar
 por qué me maquillo y por qué uso perfume.
 Por qué quiero cantar la belleza del cuerpo masculino.
 Quiero aclararme bien ese racismo que existe
 entre los hombres y las mujeres.

Aclararme por qué cuando lavo un plato
 o coso un botón
 él no ha de estar haciendo lo mismo.
 Me pinto el ojo
 no por automatismo imbécil
 sino porque es el único instante en el día
 en que regreso a tiempos ajenos y
 mi mano se vuelve egipcia y
 el rasgo del ojo, se me queda en la Historia.
 La sombra en el párpado me embalsama eternamente
 como mujer.
 Es el rito ancestral del payaso:
 mejillas rojas y boca de color.
 Me pinto porque así me dignifico como bufón.
 Estoy repitiendo/ continuando un acto primitivo.
 Es como pintar búfalos en la roca.
 Y ya no hay cuevas ni búfalos
 pero tengo un cuerpo para texturizarlo a mi gusto.
 Uso perfume no porque lo anuncie
 Catherine Deneuve o lo use la Bardot
 sino porque padezco la enfermedad
 del siglo XX, la compulsión de la posesión.
 Creer que en una botella puede reposar
 toda la magia del cosmos,
 que me voy a quitar de encima
 el olor de la herencia,
 la gravedad de la crisis capitalista,
 porque a pesar de todo/hembra.
 Se dice que las mujeres débiles/que los hombres fuertes.
 Sí y nuestras razas tan distintas.
 Nuestros sexos tan diversamente complementarios.
 Yin & Yang.
 La otra parte es el misterio que nunca desnudaremos.
 Nunca podré saber —y lo quisiera—
 qué se siente estar enfundada en un cuerpo masculino
 y ellos no sabrán lo que es olerse a mujer
 tener cólicos y jaquecas y
 todas esas prendas que solemos usar.
 Dos universos físicos en dialéctica constante
 con la nostalgia de una unión duradera
 donde la fusión de los dos desconocidos
 llegue a la profundidad del entendimiento.

 Hay una necesidad compulsiva
 de dar razones para la escisión
 para agudizar racismos con sonrisas
 Y las amigas                         y los amigos
 ellos comprenderán
 Ellos entienden la distancia que te separa
 del amigo/ amado/ enemigo/ desconocido.
 Que la reconciliación es un esfuerzo máximo.
 La unión, la sublimación
 de nuestros propios misterios.
 Que el lavar un plato
 significa a veces afirmar
 las contradicciones de clase
 entre el hombre y la mujer.

Una mujer fuerte/ Marge Piercy

Una mujer fuerte es una mujer esforzada.
Una mujer fuerte es una mujer que se sostiene de puntillas
y levanta unas pesas mientras intenta cantar Boris Godunov...
Una mujer fuerte es una mujer "manos a la obra"
limpiando el pozo negro de la historia.


Y mientras saca la porquería con la pala
habla de que no le importa llorar,
porque abre los conductos de los ojos...
Ni vomitar, porque estimula los músculos del estómago...
Y sigue dando paladas, con lágrimas en la nariz.

Una mujer fuerte es una mujer con una voz en la cabeza,
que le repite: "Te lo dije: sos fea, sos mala, sos tonta...
nadie más te va a querer nunca".
"¿Por qué no eres femenina,
por qué no eres suave y discreta...
por qué no estás muerta...?".

Una mujer fuerte es una mujer empeñada
en hacer algo que los demás están empeñados en que no se haga.
Está empujando la tapa de plomo de un ataúd desde adentro.
Está intentando levantar con la cabeza la tapa de una alcantarilla.
Está intentando romper una pared de acero a cabezazos...

Le duele la cabeza.
La gente que espera a que haga el agujero,
le dice:"date prisa...¡eres tan fuerte...!"

Una mujer fuerte es una mujer que sangra por dentro.
Una mujer fuerte es una mujer que se hace a sí misma.
Fuerte cada mañana mientras se le sueltan los dientes
y la espalda la destroza.
"Cada niño, un diente...", solían decir antes.
Y ahora "por cada batalla... una cicatriz".

Una mujer fuerte es una masa de cicatrices
que duelen cuando llueve.
Y de heridas que sangran cuando se las golpea.
Y de recuerdos que se levantan por la noche
y recorren la casa de un lado a otro, calzando botas...

Una mujer fuerte es una mujer que ansía el amor
como si fuera oxígeno, para no ahogarse...
Una mujer fuerte es una mujer que ama con fuerza
y llora con fuerza...
Y se aterra con fuerza y tiene necesidades fuertes...

Una mujer fuerte es fuerte en palabras, en actos,
en conexión, en sentimientos...
No es fuerte como la piedra
sino como la loba amamantando a sus cachorros.
La fuerza no está en ella,
pero la representa como el viento llena una vela.

Lo que la conforta es que los demás la amen,
tanto por su fuerza como por la debilidad de la que ésta emana,
como el relámpago de la nube.
El relámpago deslumbra, llueve, las nubes se dispersan
Sólo permanece el agua de la conexión, fluyendo con nosotras.
Fuerte es lo que nos hacemos unas a otras.

Hasta que no seamos fuertes juntas
una mujer fuerte es una mujer fuertemente asustada...

jueves, 12 de marzo de 2015

Amor constante más allá de la muerte

Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera;
Mas no de esotra parte en la ribera
Dejará la memoria, en donde ardía:
Nadar sabe mi llama el agua fría,
Y perder el respeto a ley severa.
Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido,
Venas, que humor a tanto fuego han dado,
Médulas, que han gloriosamente ardido,
Su cuerpo dejará, no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.