jueves, 29 de diciembre de 2016

Nada grande se puede hacer con la tristeza

Que seas feliz...

Tantas cosas qué decir, tantas cosas que no nos dejan vivir, tantas historias, sueños, palabras tanta vida y tantas canciones... tanto amor... y a veces es mejor imaginar para vivir, para cerrar historias dolorosas.

jueves, 15 de diciembre de 2016

Arriba!

Las ausencias

Nos haremos polvo... tal vez... quizá por eso me aferro a la idea de ser al menos polvo enamorado... no vil y simple polvo de ese que se se pega a la piel y estorba, ese que fastidia los ojos y ensucia... No, prefiero la idea de que mi polvedad será otra.
La idea de la muerte ronda estos días, más que la muerte, la noción de la ausencia. Cualquier día de estos y bajo cualquier pretexto. Tanta gente, tantas personas, tantos cariños que se han ido en estos días, meses, este año. Los últimos años he tenido que aprender a lidiar con la ausencia definitiva. Y elijo ser polvo enamorado....

martes, 22 de noviembre de 2016

Contar el río

Anoche la extrañé, pensé en sus ojos llenos de vida, en su sonrisa pícara y en su gesto alegre al mirar a sus nietos, era dura y me enseñó a ser fuerte. Recordé sus manos de dedos gruesos, de uñas gruesas y resistentes. No como las mías que son frágiles y quebradizas. Pensé en el río que ella siempre contaba para mí, un río de historias, de recuerdos, de paisajes que conocí hasta ser adulta y al verlos supe que eran de los que ella hablaba, la tierra y el agua, sembrar, tirar semillas y que todo le creciera. 
Ella me enseñó a sembrar flores y a disfrutarlas, me enseñó a cultivar el chile, el maíz y a criar las aves de corral, aprendí cómo se enciende el fuego y también cómo se apaga. 
Mi Ofe, está siempre conmigo, y pienso en Gaby con infinita ternura, siempre la sentí como a una hermana mayor y la extraño y pienso que se fueron juntas, como para juntas enseñarme la última lección a ser más fuerte y entender lo que realmente importa. 

martes, 8 de noviembre de 2016

martes, 25 de octubre de 2016

Los adioses de estos días.

Hoy pensaba en todas las lágrimas que lloré cuando era más joven, en todas las veces que lloré pensando que era el mayor sufrimiento de mi vida, y luego me di cuenta de que nada de eso era importante. Pensé en todas las veces que viví desilusiones, que mi corazón ingenuo sufrió una y otra vez hasta sentir que no me podía poner en pie del dolor que sentía por el abandono de personas, por mentiras que dolían, por actos y porque a quien amaba no podía estar junto a mí o no aceptaba que teníamos que continuar viviendo pero cada quien en su propia vida. Pensé en algunos de esos hombres con amor, pensé en ellos con melancolía, pensé en que a pesar del tiempo y la distancia, solo a uno de ellos no quiero recordar, pero a los demás que amé y me regalaron sus sonrisas les deseo "amor y luz" en sus vidas, especialmente a quien más efímero e intenso amor viví en su compañía.
Pensé en que solo espero luz y amor para todas las personas, solo quiero luz y amor para que abracen y besen a quienes aman, que se ocupen de sonreír y abrazar a quienes les aman, que la vida se va y que lo más difícil es pensar en que no volverás a ver a esa persona.
Pensé en el aroma de la bata de mi abuelita, ese olor a su cuerpecito que abracé para despedirme. Pienso en cuántas personas, sus sonrisas, sus enormes, gigantes y hermosas sonrisas. Pensé en que la vida, la de todas las personas es un regalo maravilloso, que no hay nada como recordar esas sonrisas que nos dejan. Pensé en todo el amor de quien me acompañó en mi infancia, en mi abuela, mi madre, pensé en mi vida y en el nuevo significado que tiene y que solo pienso en que el amor es saber al otro ser ahí viviendo y que el amor por quienes se han ido no se acaba, sigue vivo en quienes les amamos. Pienso que no hay nada importante por lo cual angustiarse, que solo estamos para ver, dar y recordar esas enormes sonrisas que nos acompañan cada día.
Pienso que el amor nunca volverá a ser lo que fue para mí, y que solo puedo pedir luz y amor en la vida de las personas a las que amo, y que todos encontremos esa luz y ese amor. La vida es lo que podamos dar, y las sonrisas recibidas que recordamos a lo largo de nuestras vidas.

domingo, 4 de septiembre de 2016

La razón del amor

No, no es para ti para quien escribo.
En realidad es para mí. Me hablo y me escucho en esta practica que nos ha sido negada a las mujeres para saber que existimos.
Desmontar la que fue hecha por el entorno, por la familia, por los amigos, por este mundo que me ha dicho que era mujer, por los amores ausentes, los que se han ido y los que eternamente he seguido amando en la que fui en ese momento, y otra, otra es la que ama simultáneamente al ausente y al siempre presente.
¿Qué sentido tiene hacer objetivo y concreto el amor?
¿Qué tan inexplicable nos puede resultar la vida que intentamos explicárnoslo y entenderlo todo o que tenga sentido?
Sentido el amor, sentido la vida, sentido el luto, la ausencia y los abandonos, darnos una explicación a todo porque no podemos comprender que a veces no la hay.
Escribir sin destinario es uno de esos goces que nos podemos dar cuando nos reinventamos a nosotras mismas. Amar al que nos ama, amar al que no corresponde, amar al que arrojó el corazón y todo a la alcantarilla... amar ha de ser solo si es correspondido, eso nos dijeron. Amar solo a quien está presente, amar a quien le da sentido a amar... porque así es lo que nos da asideros para sobrellevar que nada tiene en realidad sentido.
Por eso vuelvo a esta playa, mi playa en la que sola hablo como lanzando un mensaje en una botella, al mar que es desierto. Al mar que escucha y lleva el mensaje a todas partes y a ninguna. Al mar que escucha y que no dice nada y solo me observa, me escucha escucharme y hablarme a mí misma para empezar a sacar a la de adentro.
Menos que a nosotras se nos ha permitido escucharnos, amar sin sentido -hasta eso nos fue negado- tenía que tener una razón el amor y el amor se convertía en vergüenza si no era correspondido... nos robaron el derecho al absurdo.
Amar a quien inventamos porque la persona, la real no existe ni existió nunca, nadie nunca de quien ha sido amado sino como proyección solo de quien le amo.
Ni yo soy la que otros amaron, sino esa "amada" existe solo para ellos y el tiempo no cambió, siguen caminando juntos o despertando para mirarse con esos ojos de amor que lo dicen todo... amantes que perduran por siempre existiendo en un mundo paralelo a este, al que tal vez llegan estos mensajes de amor y las canciones. Y ese, como otros amores, es el amor que sostiene al mundo...



Para quienes se van sin despedir...



Todavía pienso... que no hay nadie como tú... y recuerdo la noche que nos fuimos a conocernos por ahí... cualquier canción sonaba...

lunes, 29 de agosto de 2016

Una despedida...

Nadie puede saber cuánto durará una ausencia. 
Yo aprendí a olvidarla desde aquella primera noche en la que tuve que dormir abrazada a una almohada a la que vestí con su ropa para sentir el olor de su cuerpo. Pasaron muchos años para que recordara ese evento que con los años había quedado borrado pero que un día cualquiera empecé a contarlo como si de la vida de alguien más se tratara. 
Una nunca sabe cuánto tiempo pasará hasta acostumbrarse a una ausencia. Pueden ser unos meses, unos años, unas décadas. Así fue mi vida llena de su ausencia a la que nunca logré acostumbrarme. Con los años aprendí que no era su ausencia sino su libertad y que la aceptaba y amaba así, libre. No podía pedirle más si yo misma nunca he sabido estar en ninguna parte.
Gaby, así de breve y pequeñita, así de efímera y la recuerdo hoy como siempre con su sonrisa de eterna adolescente, con su risa estruendosa sin pudor, sin miedo y sin esta constreñida apariencia de autocontrol que a mí me acompaña intentando moderar y controlar mis emociones.
Ella no era así, no se guardaba nada. La recuerdo llorando a mares, ronca, casi sin voz, el último día que se fue de la casa llevándose a mi hermana menor... tragedias de la vida era un 10 de mayo... y ella era mi madre.
Hoy se ha ido realmente, fue así, rápido y sin aviso, apenas unas palabras al teléfono por la distancia que siempre medió entre nosotras, apenas y el ligero temor de que el cáncer hubiera regresado y nos acortara el tiempo. Prefiero no pensarlo, prefiero pensar que este tiempo que vivió después de luchar con el cáncer, los últimos 4 años fueron extras y lo justo y necesario para darme a mí la paz de la reconciliación.
A mí el feminismo me enseñó que su derecho a la libertad era tan grande como la mía, y mi cristianismo me abrigó en un perdón por no haber superado nunca su ausencia. ¿Pero quién puede acostumbrarse a la ausencia de la madre? ¿Quién puede vivir, coserse, levantar sus pedazos, armarse y amar cuando tu madre se fue para vivir su propia vida? Pero no fue ella quien me rompió, también eso aprendí. No. Yo ya era así cuando ella estaba, yo no podía vivir sin abrazarla por las noches, yo sufría y lloraba todas las tardes en espera de su retorno y a la salida de la escuela lloraba si no la veía ahí afuera esperándome, como si tuviera el temor de que un día no volvería en un acto de predicción de mi propia tragedia. 
Pero no fue tragedia, hoy sé que sin su ausencia yo jamás sería quien soy, una papalota libre y loca, una persona que sueña que las personas... que se puede confiar, que se las puede amar... y que lo que más importa es el amor.
Gaby se fue este miércoles 24 de agosto, mi madre, mi pequeño polvo enamorado que ya es ceniza... no hubo lágrimas porque no se llora la libertad del cuerpo para renacer, para ser libre sin dolor como ella ya lo es... se fue el día de mi alumbramiento en un extraño juego de la vida, de Dios, ese Dios amoroso en el que creo.
Ella me dio a luz un 24 de agosto a las 8 de la mañana, y ella se fue de este mundo a las 8 de la noche, solo me queda su recuerdo como a todos, como a las amigas que aún después de años no pueden con la ausencia de sus madres.
Y pienso que ese vínculo materno-hijo no es una cuestión social-aprendida sino un sueño, ella me heredó sus sueños de volar, sus deseos y anhelos, gozó con la certeza de saber que mis ojos veían otros paisajes, otras ciudades, y que así los miraba ella un poco...  me lo dijo antes de un viaje a Perú y lo contaba entre amigos y vecinas.
La última vez que nos vimos en febrero pasado, ella sonreía, me sirvió la cena en los 35 minutos que tenía para visitarla.
Solo puedo recordarla en silencio mirándome mientras pienso si me quedo o no a cenar, la recuerdo con mi oferta de regalarle una estufa nueva si prescindía de sus objetos acumulados en esa compulsión continua-hereditaria de lo obsesivo compulsivo... y qué se hereda sino genes, signos y destino con el que aprendemos a lidiar y a aceptar.
Mi madre ha muerto a la vida. Pero en mis sueños, en mis recuerdos ella sería siempre la ausente que se fue un día de viaje, la que tomó la mochila con sus pobrísimas pertenencias porque quería ir lejos y conocer el mundo...  mi pequeña adolescente eterna que siempre buscaba el abrigo y el cobijo en el amor de pareja o de las hijas, una mariposa buscando el cobijo de la lámpara, mi pequeña polilla que se ha ido y de la que no me despedí porque nunca lo creí necesario y yo misma no sabía si en mi corazón habría dolor por su ausencia.
No hay dolor, hay una incógnita sin respuesta, la misma que me queda entre las manos por el miedo al dolor de la muerte y preferir, siempre preferir y tomar con perpetua calma la muerte siempre que ésta nos arranque del dolor, antes que el dolor la muerte tranquila.
De ella solo tengo los recuerdos en los días de domingo, salir de nuestra iglesia y tener la certeza de que ella traería dulces: suspiros y buñuelos, y por la tarde un elote a la señora de hipil y rebozo rojo con su palangana... Cuando Gaby se fue se lo llevó todo.
En la casa quedaron sus zapatos rojos de tacones altos, sus casetes, una grabadora y un radio que puntuales nos repartimos a manera de herencia mi hermana y yo... un estuche de maquillaje con el que jugábamos a pintarrajearnos. Y su ausencia, su enorme, gigante y absoluta ausencia que aún hoy me aplasta como no sabía que podía hacerlo, me ahoga la orfandad y la intranquilidad de evitar los pensamientos raros, esos que recuerdan que la vida solo es aprender a vivir con los abandonos. 
Aún no sé cuándo me despediré del todo, aunque no hay palabras guardadas para ella, quedan quizá los poemas que nunca se escribieron. Por ahora solo pensar que por fin se ha ido al viaje de sus sueños.

miércoles, 27 de julio de 2016

Web Cam, o la poética de los gestos vacíos.


El futuro nos alcanzó. La poética transita el ciberespacio hilvanando los instantes de la realidad virtual que se permean de implicaciones humanas, de emociones, dolor, desilusión.
La oscuridad en el off está imbricado de construcciones cargadas de significados, aquí el vacío no es inerte, más bien se ha transformado en un vacío cargado de signos y símbolos, de expresiones y gestos que se interpretan desde lo cotidiano y por un “alguien” lleno de necesidad de descifrar por la inexistencia de un otro inmediato que le dé certeza a su propia razón.

Web Cam es la atmósfera del ciberespacio, el lugar que no existe más que en la abstracción de lo humano donde cabe a su vez todo lo que existe y lo que se hace humano, palpable, con referencias y al mismo tiempo lugar para la referencia de la memoria. Las salas de chatroom como recuerdo y construyendo recuerdos en la memoria, en un lugar inasible para el ojo pero existiendo en el pensamiento.
Y es que el pensamiento humano es el único que construye los símbolos para existir y permanecer en el recuerdo, para transitar entre y a través de la tecnología que le permite hacer real a través de sonidos y multidimensiones su propia proyección para darse cuerpo, hasta un punto en el que se basta para alojar a los huérfanos de sus propios sueños y se alojan en el espacio virtual.
No se puede leer a Web Camp si sentir entre melancolía y lástima por la humanidad, de su soledad en la que ha inventado las máquinas para acompañarse un poco, por ese miedo a darse, abrirse, porque nada puede despojarlo del todo de su pulsión por el dar-ser,  y se ampara detrás del monitor donde solo existe para tener referencias en donde se inventa a un dios para no quedar del todo huérfano:
: soy un mesías a medias,
en mdio de la virtualidad del mundo
Really?
who knows &who fucking care!
Es un recorrido en el que, el pensamiento hace lo humano y así crea, no es la realidad con su belleza, es la abstracción de esa realidad lo que transforma -aún lo ficticio e inexistente- en lo poético.

Argentina Casanova






Para ti...




Para ti, que no necesito decir tu nombre... en otro tiempo, otra vida, otro planeta, en otro cuerpo, con otra esencia... te volveré a encontrar porque te encontré una vez...

La selva...

Otra vez la selva. El ardor de los árboles en el horizonte. Ir y volver tierra adentro, alejarse del mar. Perder el sentido que nos da el mar. 

Me pasa como a los delfines y a las ballenas, quedo varada apenas extravío el mar, me pierdo a mí misma y me vuelvo siendo otra yo.

La selva del sur tendría que ser un mapa para encontrarse a una misma siendo otra, la que es lejos del mar, la que es tierra y árbol, la que reconoce el arbusto que cura el mal de los riñones, la que sabe que el nido es de un pájaro llamado yuya. Pero esa otra, no soy yo, es mi ancestra que habla por mi boca, ella es la que sabe, yo solo sé de oídas. Por eso me pierdo...
El camino de vuelta siempre me hace pensar en el pasado, el lejano pasado de los ancestros, de esos hombres y mujeres que no conocí pero de los que formamos parte.
Pienso en la historia, en el pasado, está lleno de hombres y mujeres que vivieron, amaron, odiaron, vivieron intrigas y miedos, y sus actos, la suma de todos y cada uno dieron por resultado el presente que hoy tenemos...
Y pienso que así, mis actos, mis palabras, mis miedos y mis decisiones son parte de la historia de personas que no conozco ni conoceré, aunque no tenga hijos, sé que toda historia tiene un antes en el que intervienen personas que sin saberlo determinan... ¿existe el libre albedrío? ¿Qué somos? Realmente tenemos oportunidad de ser algo o solo contribuimos a la larga cadena de sucesos hacia una historia que no nos pertenece y solo podemos aferrarnos a la idea de que somos libres, de que nada nos es ajeno y que aun la decisión más pequeña y simple tiene -como el aleteo de la mariposa- un efecto en la historia de la vida de otras personas, otras generaciones, cuyos rostros quizá tengan algo del nuestro, algo de nuestro nombre, de nuestros dolores y miedos, de nuestros errores y valentías.
Prefiero pensar que "lo que ha de ser, será", que no puedo hacer nada por evitarlo, que solo me resta vivir como si realmente tuviera el control de la luna y el sol, de mi día y el sabor de la bebida que elijo, pero sé en el fondo que nada es lo que elijo, que todo es la suma de sucesos que alguien más ha decidido y yo vivo lo que ponen frente a mí, aunque crea que estoy eligiendo, siempre es lo que alguien más ha puesto o dejado, o permitido, o lo que se lleva consigo, o lo que trae, quien se queda y quien se va... pero yo al final hago lo mismo en la vida de otras personas y así, nada es nuestro ni nada es realmente una decisión propia.


domingo, 17 de julio de 2016



De algo ha de servir, este órgano, este corazón inútil en esta vida... No voy a dejarte nunca...

Con miedo y con calma... nos volveremos a encontrar

¿Para qué la vida?


¿Para qué la vida?

Desde niña observaba a las personas ancianas. Las miraba, observaba su piel, sus ojos, y esa extraña forma que tenía de comer lentamente, pero más que la gente joven, con un movimiento lento y evidente en la garganta...

Mi abuela me invitó a la celebración de su envejecimiento hace un par de años. Nada ha vuelto a ser igual, aunque nunca fui una convencida de la vida, de la existencia pues. Nunca tuve un vínculo con la vida, no la toleraba y se me hacía difícil hasta cumplir los 30 años.
Ahora a los 40 años, miro la vida diferente. He contabilizado algo así como 20 años más de cuerpo y de conciencia, en un proceso de envejecimiento o de "pérdida de la juventud", pero no quiero más.
No quisiera vivir más de 20 años, aunque es probable que cuando eso ocurra -si llego- quiera vivir más, eso dicen los que llegan a los 60 años.

La vejez no es nada hermosa, nada tiene de bello el envejecimiento del cuerpo, menos cuando el cerebro acumula información, se vuelve lúcido, tranquilo, pero luego empieza un agotamiento hacia la vejez más profunda.

Y justo recuerdo el consejo que todo  mundo da... vive tu vida, pero también pienso ¿qué es la vida? Es el trabajo, es la rutina, es el ir y venir, es la pasión, son los amores, ¿qué de todo eso es la vida? O es la suma de todo eso. ¿La conciencia?

El tiempo... el tiempo nunca alcanza, ni para los libros, ni para el trabajo, ni siquiera para perderlo frente al mar con una cerveza. Hoy frente al mar pensaba -no lo merezco- aún tengo trabajo por entregar, estoy rezagada con los pendientes laborales y no terminan por más que me esfuerzo, y ni siquiera alcanzan para algo más que cumplir y vivir, para tratar de cambiar o hacer algo por que no nos mate la inercia de este tiempo.

Soy yo. Al final no es él, ni es el otro, ni la otra persona, ni las otras mujeres y hombres, soy yo. Soy yo que no habito mi propio tiempo, soy yo que no termino de aceptar la finitud y busco en la palabra o en cualquier otra forma que mi cuerpo al morir no sea lo último de mí, ni siquiera lo hago conscientemente, creo que es ese algo que nos impulsa a nacer, aunque yo no quería.
Mi madre me contó que me resistí a salir, que me quedé más tiempo y el cordón se había enredado en mi cuello. Ya sabía yo que este mundo no era para mí, pero tampoco hay otro... y qué más da.
Observo el envejecimiento de mi abuela, a veces me enferma, a veces me enfada, a veces me deprime y otras la miro como mirarme a mí misma, y me consuelo de pensar que yo no necesitaré compañía, como lo necesita ella, que yo he estado acostumbrada al silencio, a toparme entre la casa con mi sombra, a hablar a solas, y que todos están habitando mi corazón y mi pensamiento, hace tiempo. No alimentes a los gatos que vendrán y serás "la loca de los gatos".
Recuerdo aquél poema:
"...invitaré a los amantes a asistir a la putrefacción del cuerpo, así como asistieron a la de mi espíritu..."
Estarán todos ahí, ese día, cuando yo muera, estarán todos y ninguno, estará solo el que se quede hasta ese día, el último como un recuerdo vivo.


viernes, 15 de julio de 2016

Un día cualquiera

Turquía se incendia
igual que ayer
igual que hace mil años
Turquía se incendia
porque Turquía es el mundo
porque el mundo es Turquía
Y yo vivo en México
y México arde
arde en Noxchitlán
arde en Zacatecas
arde en los cuerpos destazados que nadie nombra en Tamaulipas



De lo que se habla es de Niza
Los atentados que aún resuenan en los muros
Es París en aguacero
Es Madrid en la estación del metro
El mundo llora los muertos de las Torres
el mundo no se acuerda no nombra
el Congo y mucho menos los indios asesinados
El mundo ya no es mundo
es solo cosa humana
porque humana es la maldad
humana es la envidia y el egoísmo
humanos son los odios y los desengaños
Nadie es perfecto aunque lo sueñe
nadie pertenece a otro mundo
ni es diferente aunque lo crea
ni los genios ni los idiotas
ni siquiera unos son buenos y otros malos
solo existe la humana condición
Aquí no hay nada extraordinario.


jueves, 14 de julio de 2016

Rota, en boca ajena...

Rota:

4. adj. p. us. Dicho de una persona: Licenciosa,

libre y desbaratada en las costumbres y modo

de vida.



Foto: Tina Modotti.

domingo, 3 de julio de 2016

Solamente/ Alejandra Pizarnik

Ya comprendo la verdad

Estalla en mis deseos

Y en mis desdichas
Y en mis desencuentros
En mis desequilibrios
En mis delirios

Ya comprendo la verdad

Ahora
A buscar la vida.

miércoles, 29 de junio de 2016

Dos sueños...



Todavía recuerdo dos sueños: uno era muy "simbólico", nos veía a ambos a él y a mí, en medio de la gente, conviviendo, compartiendo, hablando de las cosas que nos unían, y dejábamos todo el ruido y nos sentábamos en unas sillas de una mesa de jardín, alejados de la demás gente. Ahí, él me decía que tenía algo que obsequiarme, mientras yo, buscaba entre mi bolsa algo que tenía para entregarle... ambos nos reímos al ver que se trataba de "nuestros libros", y nos escribimos unas dedicatorias, decía algo acerca de que es más profundo dar un libro, que estaba dándome su corazón, y yo correspondí diciendo que ahí en ese libro estaba y era mi corazón...
En otro sueño, ambos nos reíamos y nos tirábamos bajo la sombra de un árbol, sobre ladrillos rojos, bajo las ramas de los árboles tendidos ahí recibíamos tenues rayos del sol, nos reíamos, eramos felices... y no había tiempo, ni futuro, ni pasado, ni distancia. Su cara era maravillosa, su rostro entre sombras y rayos del sol, sus ojos entrecerrados rehuyendo al brillo del sol... su enorme y magnífica sonrisa que iluminaba todo el día, todo el momento, toda la tarde, la noche y que sigue iluminando mi vida desde antes y aún después de habernos encontrado.

lunes, 27 de junio de 2016

Mi tristeza.../Argentina Casanova

Anoche soñé con mi tristeza
La vi un tanto demacrada
Aunque ya no tenía las manos de tu ausencia
me reprochó que ya no escriba cartas 
Y que -según ella- yo haya empezado a olvidarte
Dijo que así, un día de estos, ella estará muerta
Le pedí que tenga paciencia

No es cosa sencilla 
-Lo hablamos-
al final entendió que haya vuelto a sonreír
aunque te extrañe

Le hablé de mi alegría y de huir de nueva cuenta
apenas supe que podía enamorarme
Que todavía no podía vivir con ella y 
al mismo tiempo gozar la humana compañía 

-Soñé con ella porque hace días que no nos saludamos, 
y mira que resiste, es fuerte, es valiente 

Pero se languidece y en su debilidad 
me dijo que la noche trae olvido
Y que así de acostumbrarse a una ausencia se
muere lentamente mi tristeza.

martes, 21 de junio de 2016

2



Hoy es un día pésimo... de pensar y darle vueltas de nuevo a todo. No, no nadie tiene la culpa de que alguien con tantas roturas ame tanto... y no pueda olvidar... y al final las mentiras, las palabras dichas no hayan tenido ningún significado pero aquí se hayan quedado, y siga sin salir, sin poder abandonar la orilla del abismo.
Pobres quienes no pueden salir, quienes se enamoran y aman sin poder olvidar... pobres entre los pobres, rotos entre los rotos, enfermos de amor, de vida... para descubrir que en realidad nunca existió el amor de la otra parte, que todo fue un juego con una pieza rota.
¿Cómo seguir? ¿Cómo empezar de nuevo si no se es?



lunes, 20 de junio de 2016

Ni tan arrepentida de haberte conocido...



Defender la alegría...

Run run se fue...

Ahogarnos...

Estoy convencida que el Sistema que ha promovido el odio contra las mujeres, el mismo sistema que promovió el odio contra las personas de piel oscura, las que eran diferentes, ese mismo sistema es el que hoy día se traduce en creencias, ideas y actos que llenan todo de una emoción vacía, trivial izando los sentimientos, disolviéndolos, haciendo light la amistad, la fraternidad, la solidaridad traducida en un like, el lamento del conflicto sin la acción, se traduce en banal izar los actos más inhumanos hasta hacernos sentir que eso es lo humano. En ese juego moderno de enajenación las redes juegan un papel de suma de emociones vacías y nos conducen a una etapa de transición entre el "odio" hacia la indiferencia y peor aún al "homo y mujer videns", distante, aislado detrás de su monitor, lejano y poco dispuesto a involucrarse. Hoy la gente, los hombres y las mujeres no quieren amar, tienen miedo a entregarse, desconfían, se justifican, esperan y demandan la perfección idealizada en la imagen, se desenamoran, no se construyen lazos y vínculos sólidos, y todo se trata de estar solos, de defender la individualidad a toda costa, la "independencia", la "autonomía", no "sentirse controlados" sino controlar, tener el control en la "relación". El amor dejó de ser amor y se convirtió en una lucha de poderes, engaños y simulaciones de quién controla a quién, quién ama menos para no sentirse o saberse subyugado dentro de esa construcción del amor como "debilidad" Y a cambio emocionalizamos todo para llenar el vacío. El sistema construye así el mecanismo de control más eficiente, destruir los lazos, los vínculos sólidos que históricamente han afrontado al sistema. No, no es casual que en medio de las luchas, las guerras, las revoluciones y todas las resistencias sea el amor la más grande arma de las resistencias. Es el amor al hijo, al pueblo, el amor y la amistad, la camaradería, la posibilidad del amor al prójimo lo que nos lleva a marchar, a protestar, a salir y abandonar la cómoda indiferencia ocultas detrás de la computadora en un "activismo de emocionalidad" sin realmente involucrarnos, poner el cuerpo. No, no es casual que en el Camino Lento, poema de Marge Piercy diga: "¿Qué pueden hacerte? Lo que ellos quieran... Pueden reventarte, pueden tomar tu niño, emparedar a tu amante...¿cómo puedes pararlos? Puedes negarte pero todo se te vendrá encima. Pero dos personas peleando hombro a hombro pueden esquivar una mafia... Dos personas pueden mantenerse sanas, brindándose apoyo, convicción, amor, masajes, esperanza, sexo."
Por eso la canción de Amparo Ochoa, Para amar en los tiempos de guerra, por eso el poema de M. Benedetti Defender la alegría. Porque la verdadera lucha y resistencia es amar, porque están intentando quitarnos el amor mediante discursos de miedo y de individualidad, porque sólo así la humanidad está condenada al automatismo imbécil.

...
Ahogarnos en la individualidad. Abandonar el ser y habitar como entes que trabajan. El trabajo purifica me repito para justificar mi poco deseo de vivir, de salir, de convivir con personas. 
Evado la vida con el vivir por el trabajo, el sueño de un trabajo que lleva y me une a lo que amado, al amado, al camarada y amigo.
Y aquí estoy, enferma de lo mismo, de una imposibilidad de amar, de darme, y transitar en el miedo a la realidad porque afuera todos están olvidando lo que es el amor, porque eso suponen los hace fuertes, los hace mejores. El que ama se humilla, la que ama se vulnera, se quiebra, frente a un otro que puede quebrarle y subyugarle y amar es el sinónimo del estado más oprobioso para quien lucha por ser fuerte.
Pero yo, me he quebrado y vulnerado una y otra vez por decir que amaba. Por eso defiendo la alegría, la esperanza, el sueño del amor.



Para estos días en los que extraño a mi camarada..

jueves, 16 de junio de 2016

Incendio

No   no es casual que yo no encuentre un hombre
el amigo se vaya      el amante abandone
el padre sea ausente   y yo no pueda nunca ser tu hermana
no es casualidad que cada vez sea más difícil
amar o compartir la alegría
Aunque le regale poemas
aunque comparta mi biblioteca
aunque lo abrace en la palabra
ni con todos los versos o ensayos
ni con los artículos o los diálogos

Nadie las quiere
por feministas
nadie las ama porque no necesitan
nadie las considera humanas

No   no es casual que en este mundo se odie a las mujeres
que el amor se escape entre mentiras y temores
que les enseñen a odiar a mentir o a evitarnos
No es que seamos las locas
las putas o las brujas
no es que vayamos a acabar con su genialidad
o devoremos su hombría a sorbos de cerveza
ni tomemos el control de la vida con una sonrisa
no importa si es un príncipe un guerrero o un camarada
ellos no saben amar a las mujeres
y nosotras  nosotras las condenadas a amarlos a ellos
somos las desamparadas
Felices las que saben del amor entre mujeres


Me habría gustado ser mujer antes del odio
antes de la quema de brujas
antes del corsé y del cabello largo
Quiero volver al tiempo de ser libre
cuando podíamos ser guerreras
cuando nadie cuestionaba nuestros cuerpos con tatuajes
y la redondez de nuestras caderas era la fuerza en nuestras piernas
cuando peleábamos cuerpo a cuerpo en el campo de batalla y en la cama
Antes cuando sembrábamos las mismas tierras

No hoy
No ahora
bajo tantos sistemas y controles patriarcales
que si es el amor y la misericordia
que si es el vientre y el hijo
Hombres pequeñitos pequeñitos todos
Espero que sus odios se apaguen en sus fuegos
Antes de que acaben con el bosque donde corramos como lobas
antes de que necesitemos otro mundo
para vivir con otra forma de ser humana y libre.





miércoles, 15 de junio de 2016

Todo lo que he escrito sobre nosotros es mentira/Nacim Hikmet


No es lo que fue sino lo que yo quise
mis nostalgias detenidas en inalcanzables ramas
mi sed extraída del pozo de mis sueños
bocetos alumbrados.

Todo lo que he escrito sobre nosotros es verdad
tu belleza
     o sea una cesta de frutas una mesa en el campo
cuando me faltas tú
     o sea cuando me convierto en la última farola de la calle
                                                          del último rincón de la ciudad
cuando tengo celos de ti
     o sea cuando corro de noche entre los trenes con los ojos vendados
mi felicidad
     o sea río soleado que rompe sus diques.
Todo lo que he escrito sobre nosotros es mentira
todo lo que he escrito sobre nosotros es verdad.

Hombre pequeñito (Alfonsina Storni)

Hombre pequeñito, hombre pequeñito,
Suelta a tu canario que quiere volar...
Yo soy el canario, hombre pequeñito,
déjame saltar.

Estuve en tu jaula, hombre pequeñito,
hombre pequeñito que jaula me das.
Digo pequeñito porque no me entiendes,
ni me entenderás.

Tampoco te entiendo, pero mientras tanto
ábreme la jaula que quiero escapar;
hombre pequeñito, te amé media hora,
no me pidas más.

No habrá nadie en el mundo...

martes, 14 de junio de 2016

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La ciudad se derrumba
todas las ciudades caen

Todavía recuerdo la última noche que dormimos juntos
era una ciudad infame en un lugar infame
pero ahí adentro a mí me habitaba la ternura
No cuando las paredes separaban
aquella en la que compartíamos la cama
yo elegí mudarme a la otra 
a unos centímetros de ti
por el dolor y la tristeza
porque no quería acostumbrarme a tu cuerpo junto al mío
por el miedo a amarte aún más de lo que ya te amaba
por el insomnio que aguijonea todas las noches
y porque al día siguiente yo te despediría
rogando que no arrojaras mi corazón
a la alcantarilla

Podía velar tu sueño
tu desnudez y mi ternura
por tus pies al borde de la cama
pero desperdicié la noche por el miedo
y me mudé a la otra 
nunca recuperé esas horas
ni esos abrazos y besos que pude darte mientras dormías

Quiero repetir todos los días que me queden
esa sonrisa tuya al despertar
tu dulce invitación a ir junto a ti
a descubrir que el hambre y la sed
no es humana
que nunca se aplaca ni se sacia
que aquí sigo sintiendo las mismas ganas
de abrazarte todo y descansar exhausta sobre tu pecho

Las ciudades caen
cayó Pompeya bajo el fuego del volcán
y todas las mañanas yo despierto con el recuerdo
de tus manos recorriendo mis caderas
y caigo
me rindo ante tus ojos negrísimos y bellos
caigo y me rindo en el silencio
me entrego una y otra vez en el recuerdo.





viernes, 3 de junio de 2016

Recordar un encuentro

El amor no se repite.
El amor es extraño, ligero, es el tintineo de las llavecitas metálicas que hacen un sonido tintineante contra un poste altísimo en un sueño. En mi sueño. En una noche de descanso por fin, después de tantos días de no dormir bien. Veo un cerro, una montaña de las que he visto  cerca de donde estás. Es de tierra y me da la impresión que se derrumbará, pero tiene una escalera que sube hacia lo alto. Y hay muros de esos que se levantan estúpidamente en los freeway, en los muros que se convierten en separaciones entre un pueblo y otro, como el que se construía la última vez que estuvimos juntos y pasamos por ahí para llegar al aeropuerto. Como los que existe en las ciudades del norte, como los que existen en mis sueños.
Y de ese muro que sostiene una autopista, brinco, lo hago con tanta agilidad que solo puede ser en mis sueños.
Quizá es el presagio de este día de recordar profundamente, de buscar un libro que me hace recordar palabras que se las ha llevado el viento. Y recordar la pregunta de todos los días
Si pudiera al menos recobrar la confianza, si pudieras reconstruir pero ni siquiera es que tú hayas roto, ya estaba rota por la vida y todo parece ser irreparable ahora. No hay manera, algo se perdió y nadie más puede amar a seres así, rotos, incompletos, enfermos, nadie ama a Violeta cantando sus canciones tristísimas como la amabas tú, nadie ama el silencio como lo guardan tus ojos negrísimos.
Y recuerdo el poste de mis sueños, alto que se pierde y recuerdo también el poema de "Yo sé que existo porque tú me imaginas, Soy alto porque tú me crees alto, y limpio porque tú me miras con buenos ojos"
Y quizá es eso, que no estás tú para verme buena y bondadosa, que tú me has olvidado y he quedado muerta sin que yo lo supiera... y es por eso que hoy nadie puede verme.
Ojalá pudieras recordarme el tiempo necesario para devolverme la vida... y pueda seguir caminando y viviendo, aunque ya por fin lejos el uno del otro... si es que no puede ser de otra manera.
Quizá es que he recordado los días en los que estaba viva y nos encontramos en medio de este mundo que no prometía nada.



Mi vida con la ola/ Octavio Paz

Cuando dejé aquel mar, una ola se adelantó entre todas. Era esbelta y ligera
 A pesar de los gritos de las otras, que la detenían por el vestido flotante, se colgó de mi brazo y se fue conmigo saltando. No quise decirle nada, porque me daba pena avergonzarla ante sus compañeras. Además, las miradas coléricas de las mayores me paralizaron. Cuando llegamos al pueblo, le expliqué que no podía ser, que la vida en la ciudad no era lo que ella pensaba en su ingenuidad de ola que nunca ha salido del mar. Me miró seria: "Su decisión estaba tomada. No podía volver." Intenté dulzura, dureza, ironía. Ella lloró, gritó, acarició, amenazó. Tuve que pedirle perdón. Al día siguiente empezaron mis penas. Cómo subir al tren sin que nos vieran el conductor, los pasajeros, la policía? Es cierto que los reglamentos no dicen nada respecto al transporte de olas en los ferrocarriles, pero esa misma reserva era un indicio de la severidad con que se juzgaría nuestro acto. Tras de mucho cavilar me presente en la estación una hora antes de la salida, ocupé mi asiento y, cuando nadie me veía, vacié el depósito de agua para los pasajeros; luego, cuidadosamente, vertí en él a mi amiga. El primer incidente surgió cuando los niños de un matrimonio vecino declararon su ruidosa sed. Les salí al paso y les prometí refrescos y limonadas. Estaban a punto de aceptar cuando se acerco otra sedienta. Quise invitarla también, pero la mirada de su acompañante me detuvo. La señora tomo un vasito de papel, se acerco al depósito y abrió la llave. Apenas estaba a medio llenar el vaso cuando me interpuse de un salto entre ella y mi amiga. La señora me miro con asombro. Mientras pedía disculpas, uno de los niños volvió abrir el depósito. Lo cerré con violencia. La señora se llevó el vaso a los labios: –Ay, el agua está salada. El niño le hizo eco. Varios pasajeros se levantaron. El marido llamó al Conductor: –Este individuo echó sal al agua. El Conductor llamó al Inspector: –¿Conque usted echó substancias en el agua? El Inspector llamo al Policía en turno: –¿Conque usted echó veneno al agua? El Policía en turno llamó al Capitán: – ¿Conque usted es el envenenador? El Capitán llamó a tres agentes. Los agentes me llevaron a un vagón solitario, entre las miradas y los cuchicheos de los pasajeros. En la primera estación me bajaron y a empujones me arrastraron a la cárcel. Durante días no se me habló, excepto durante los largos interrogatorios. Cuando contaba mi caso nadie me creía, ni siquiera el carcelero, que movía la cabeza, diciendo: "El asunto es grave, verdaderamente grave. No había querido envenenar a unos niños?". Una tarde me llevaron ante el Procurador. –Su asunto es difícil –repitió–. Voy a consignarlo al Juez Penal. Así pasó un año. Al fin me juzgaron. Como no hubo víctimas, mi condena fue ligera. Al poco tiempo, llegó el día de la libertad. El Jefe de la Prisión me llamo: –Bueno, ya esta libre. Tuvo suerte. Gracias a que no hubo desgracias. Pero que no se vuelva a repetir, por que la próxima le costara caro... Y me miró con la misma mirada seria con que todos me veían. Esa misma tarde tomé el tren y luego de unas horas de viaje incómodo llegué a México. Tomé un taxi y me dirigí a casa. Al llegar a la puerta de mi departamento oí risas y cantos. Sentí un dolor en el pecho, como el golpe de la ola de la sorpresa cuando la sorpresa nos golpea en pleno pecho: mi amiga estaba allí, cantando y riendo como siempre. –¿Cómo regresaste? –Muy fácil: en el tren. Alguien, después de cerciorarse de que sólo era agua salada, me arrojó en la locomotora. Fue un viaje agitado: de pronto era un penacho blanco de vapor, de pronto caía en lluvia fina sobre la máquina. Adelgacé mucho. Perdí muchas gotas. Su presencia cambió mi vida.

miércoles, 25 de mayo de 2016

Rosario

El que se va se lleva su memoria,
Su modo de ser río, de ser aire,
de ser adiós y nunca.
Rosario Castellanos

martes, 24 de mayo de 2016

Siempre te voy a querer...



Los lugares que no se ocupan, sino se empieza otra vida, pero la que es en el pasado siempre amará a quien amó.

miércoles, 18 de mayo de 2016

Volver a escribir...

Abres tu mano y todo se ha borrado. No. No es cierto. Quedan las cenizas siempre. Siempre pero la diferencia la hace la sonrisa. La forma como eliges recordar, a quien eliges guardar en la memoria.
Es tiempo, te repites. Es tiempo, ya era tiempo hace tiempo. Pero aunque te lo dijeras mil veces el tiempo llega a su tiempo.
Entonces piensas que es mejor recordar la noche, la única larga y eterna noche de poemas confesados. De encontrar un espíritu en el mundo, de saber que era él en algún tiempo, que lo fue, y que quizá su última noche de vida, de existir como tal y como fue, fue esa y te la obsequió.
Me gusta pensarlo así, que esa noche ambos nacimos y morimos. Que la que vive hoy es otra y la que ha decidido seguir adelante, caminar, andar, o desanudar las velas y atreverse a ir mar adentro, ella es más fuerte, ella es la que siempre quise ser y hoy está ahí.
Pero aún ella elige voltear y mirar hacia atrás y despedirse. Decirle adiós con una sonrisa, con un "te amé más de lo que debía" y hoy por fin puedo irme de esta isla que me estaba enfermando. De este planeta inhóspito que me estaba matando.
...
Todavía recuerdo el sueño. Estaba vestida de novia, con un hermoso traje y al mirarme frente al espejo supe que no podía seguir, no podía continuar ese ritual de amor si amaba a otro, si lo amaba a él, y empezaba a romper el vestido que quemaba la piel... elegía seguir, permanecer mientras lo amara.
Y el amor es infinito pero el deseo de la vida lo es más.
...
Están brotando los poemas, aunque no tenía manos, aunque no tenía ojos, aunque no tenía pies para andar por el mundo, han empezado a nacer porque amar es lo que queda en medio de la locura, en medio del silencio y en medio de la desolación de este tiempo, de este mundo.



lunes, 16 de mayo de 2016

CUANDO UN HOMBRE ENTRA EN UNA MUJER/ ANNE SEXTON


Cuando un hombre entra
en una mujer,
como el oleaje que muerde la orilla,
una y otra vez,
y la mujer abre la boca de placer
y sus dientes brillan
como el alfabeto,
Logos aparece ordeñando una estrella,
y el hombre
dentro de la mujer
hace un nudo,
para que nunca más estén separados
y la mujer
sube a una flor
y Logos aparece
y desata los ríos.
Este hombre,
esta mujer
con su doble hambre,
han procurado penetrar
la cortina de Dios,
lo cual brevemente
han logrado
aunque Dios
en su perversidad
deshace el nudo.

viernes, 13 de mayo de 2016

En este asunto del amor... Carlos Pellicer


En este asunto del amor...
En este asunto del amor, que a veces,
uno quisiera
que no acabara nunca de empezar,
parece que alguien dice:
“¿Dios es eternamente joven?”

Es tanta la alegría, que uno igno
ra
catástrofes y duelos.
Usted dice que sí a toda
la enorme y tan humana tontería.
Sólo hay un pensamiento,
sólo una idea sola
que es multitud, y uno quisiera
leerlo todo con los ojos cerrados
y no tener noticias de uno mismo,
ni recuerdos de nada ni de nadie;
un ágape de luces
a través de las horas inmortales.

Yo había puesto
encima de mi pecho,
un pequeño letrero que decía:
“Cerrado por demolición”.

Y aquí me tiene usted pintando las paredes,
abriendo las ventanas,
adornando la mesa con la flor amarilla
con que paga el otoño sus encantos.

Nadie te dijo, amor, que yo existía.
El amor es silvestre,
uno lo encuentra en todas partes;
en los días sin cielo,
en las tierras sin flores,
lo mismo en la mañana que en la tarde.

viernes, 6 de mayo de 2016

otros días

La hoja en blanco. El miedo se rompe, el miedo a escribir o a ser leída. La Paz se adueña de todo y es como si todo continuara transcurriendo, pero yo estoy suspendida, todo se mueve menos yo. Todo lo miro, lo observó y el tiempo se alarga. Empezar a vivír, encontrar pedazos vivos en medio de las ruinas y darnos cuenta que aunque hay miedo, la vida está. Aunque era un murmullo que decía "tengo miedo a olvidarte", ahora es ya sé que vuelvo al mundo y vuelvo a sonreír.

martes, 26 de abril de 2016

Buscándome


Una debería escribir poemas así:
a partir, o con frasees que lo dicen todo y nada:


La última vez que lo abracé fue con la mirada
no hubo una despedida
él me ofrecía un beso de amigos
no había nada de qué hablar
Aún hoy su sonrisa y el último abrazo de amantes
incendia mis recuerdos.


Cuando lo conocí
tenía años de haber muerto
solo él lo sabía
pero se dio un tiempo
habitó mi vida y mi futuro
se hizo el fantasma que todos los días me acompaña.


El corazón es una manzana
que explota al caer del árbol
es un amasijo de substancias
crepita en su propio incendio
nada la incendia
nada la detiene
Es tierra y florece en una flor de fuego.




jueves, 21 de abril de 2016

Tu nombre...

Tu nombre me persigue, me acompaña a todas partes. Va de un lado a otro, y se deja escuchar muy frecuentemente para decirme "aquí estoy".
Lo escucho en los nombres de avenidas y en el nombre elegido para quien aún no nace y me presentan.
365 días y un poco más, y tu nombre sigue aquí, aunque tú te hayas ido.

jueves, 7 de abril de 2016

Aunque no existas te amaré...


"Anoche soñé con mi papá... lo vi que estaba asando carne, y junto a él había un hombre, pero tenía los pies como la piel de las patas de los gallos... hacía tiempo que no soñaba con él, con mi papá...", es mi abuela contándome sus sueños. Le acaricio la espalda mientras la escucho, la visito en medio de su alegría de saber que aún vuelvo a verla. Yo le cuento que sé que ha estado pensando en mí:
-Soñé con usted, no se preocupe por mí, yo estoy bien, le vengo a ver porque viajo y voy a tardar en volver a verle -le digo.
La dejo ahí, delgada, pequeñita, con su cabello cenizo, con sus pies alejándose, a cada paso de su infancia, de su juventud.
Su enfermedad, hace dos años, me llevó a pensar no solo en la muerte, sino en la enfermedad, el resquebrajamiento de lo que creemos ser, la autonomía que luchamos por construir toda la vida. El temor de perder su pierna por la diabetes, la llevó a encerrarse casi un año y no salir temerosa de golpearse con algo.
La he visto irse haciendo pequeña, la veo cada vez más delgadita, como desapareciendo, alejándose, despidiéndose poco a poco de la vida. Su vejez me llevó a pensar en la mía. A mirar mi propia vida como un camino hacia la muerte.
Pensé, que cuando ella se vaya, será solo un recuerdo para algunos y la memoria de ella se extinguirá cuando yo no esté. Quizá alguien lea algún día el poemario dedicado para la oscuridad en sus ojos. Para Ofelia, a quien me une la vida, la sangre y la muerte.
Pienso en la memoria de nuestros ancestros, viva en nosotras, mientras estamos vivas. En esa cadena de sueños que nos traen otros días, otros momentos como la infancia. Sé de su abuela, por las historias-recuerdos de su infancia, sé que murió levantando una palangana de agua que tiraría al río después de ayudar toda la noche en un parto, era comadrona.
De mi abuela, recuerdo mi cuerpo pequeño durmiendo sobre su pecho, oyendo su corazón las canciones con las que me arrullaba. Recuerdo sus manos oscuras tejiendo trenzas en mi cabello, sus manos olorosas a pan, a pollo deshebrado y a mantequilla, a comida que traía escondida en su bolsa para -como las lobas que arrastran un pedazo de carne a la guarida- dárnoslo a mi hermana y a mí.
Ella está aún viva y ya la extraño. A  la que fue, pero abrazo a la que permanece en mi recuerdo. El amor es eso.
Aunque a quien amemos ya no está, estamos nosotros para amarle y darle vida y presencia con nuestros recuerdos y el sentido de nuestra vida. Vivimos así la prolongación de nuestras vidas en quienes amamos.
Pienso en la canción que dice: "será que vives en mis sueños, será que nunca te vi, será tal vez que no estás hecha para mí, pero te siento en mi dolor...las cosas buenas que seré, serán contigo compartidas... hasta el final de mi existencia sin dudar te buscaré, será una hermosa recompensa te esperaré"....
Y pienso en él, el amor, su sonrisa y su mirada "te imaginé y aunque no existas te amaré"... y todo le da sentido a vivir sin prisa y a seguir amando a quien no está...
Hermosa canción, hermoso pensamiento y me hizo pensar en cuántas veces pensé en él, así... aunque el que conocí ya no exista, yo lo amaré...



lunes, 4 de abril de 2016

Buenas noches a mi corazón

Una noche muy de madrugada desperté y el cielo era naranja. Escribí un poema de esa fría madrugada,  y hoy he visto una noche púrpura. Todo es especial, será porque volví a verlo en sueños. Ahí estaba él, y yo temerosa, insegura de todo, de mi silencio y el suyo, de la ausencia y el tiempo. Pero los sueños son benévolos y me dejan estar cerca de él. Esta vez nos sentábamos uno junto al otro, sobre el pasto verde. Había otra persona cerca de nosotros pero no importaba, yo volvía a sentir la emoción de su presencia, la alegría profunda de la cercanía de su corazón. Pero él no decía nada y solo se quedaba sentado junto a mí... Yo, traía unos cigarros, una cajita de esos que él fuma y la ofrecía a la otra persona, aunque yo no fumo en mi sueño los traía como un vínculo que solo él y yo podíamos saber, y en mi sueño él tomaba uno, pero no le veía el rostro, solo podía sentir su presencia. Ahí estaba su espalda junto a la mía, y en un momento cuando yo no esperaba nada reclinó su cabeza sobre mi hombro. En mi sueño fue el gesto más hermoso que me llenó de alegría... Quizá se deba a que he estado pensando mucho en él, tratando de recordar su rostro, y es esta noche-madrugada de domingo que se suspendió en el tiempo.
No hay tiempo para nada, pero este sueño es una isla, un descanso, un volver a verlo y sentir su presencia y es que al menos en sueño mi corazón se siente en gozo de estar junto a su corazón. Hoy pensaba en ¿qué es el amor? ¿Quién puede saber en qué momento amamos? Qué hace que todo ese silencio y frío del tiempo desaparezca, la soledad se vacíe y quede un nombre, una ausencia siempre presente y nunca más volvamos a estar solos o solas ¿acaso es eso él amores? ¿Acaso esos amores pasados que se olvidaron al poco tiempo no era amor? ¿Existe el amor?
¿Es esto que detiene el tiempo y la distancia? ¿Es lo que por fin rompe toda la soledad y nunca más volvemos a estar solas, aún con la distancia y el tiempo cierro los ojos y puedo sentir la alegría de mi corazón aunque solo le vea y esté junto a él en mis sueños?
Cada día me siento más lejana de mí, de la que era, de mi juventud, de mi cuerpo, pero solo esta idea de la que soy me permite saberme libre del cuerpo, aunque el cuerpo envejezca mi corazón es idéntico y no sufre el paso del tiempo, solo el amor lo ha hecho más fuerte, libre y trascender el cuerpo mismo.

Buena noche mi bello amor.

lunes, 21 de marzo de 2016

Cuando es tiempo de decir adiós...


Querida Rosa:

De tanto habitar este planeta que solo poblamos tu y yo, ha llegado el tiempo -creo- de dejarte ir.
Te escribo hoy porque entre ayer y hoy, volví a sentir en el pecho ese dolor en el corazón, que nació en mí cuando por primera vez te tuve frente a mis ojos.
He visto un millón de atardeceres, he esperado aquí solos tu y yo, y mi querida y amada Rosa, no lo lamento. No lamento cada día que he pasado desde que elegí amarte, he cometido muchos errores pero en todos he permanecido aquí junto a ti, porque lo he elegido.
Pero mi bella y amada Rosa, creo que tengo que dejarte ir. No se trata de tu falta de respuesta, ni siquiera tu ausencia siempre presente. Yo podría seguir aquí cuidándote tarde a tarde, esperando que el primer rayo del sol toque tu piel para incendiar el horizonte.
Pero nada hay en tu corazón y eso me hace pensar que debo seguir y no continuar en este planeta deshabitado y solo en el que yo me he quedado sosteniéndolo sobre los cimientos del amor que un día nació con tu sonrisa y tus hermoso brillo en una tarde de verano.
No me voy porque haya dejado de amarte, me voy porque mi corazón y mi tiempo lo tiene otro sueño, el sueño de encontrar un planeta más grande, más luminoso y en el que yo, no sea lo que soy aquí, en este el que mi voz no es voz sino es eco.
Querida Rosa, soy El Principito de todos los cuentos que hoy se va porque sabe que este amor no necesita ser enunciado para saber que está ahí, y porque la Rosa que amo quizá ya no esté, quizá ya no exista, quizá ya no viva y haya desaparecido hace mucho tiempo pero el amor la hace vivir en el recuerdo, y ahí vivirá por siempre.
Es extraño mi amada Rosa, pero es como si tú estuvieras condenada a ser amada por mí, aunque este amor nunca lo hayas correspondido, aunque no lo aceptaras jamás y nunca lo hayas sentido por mí, pero aquí en este pequeñito planeta mi corazón lo habitó todo, lo llenó de luz, lo hizo presente y recuerdo que lo inundó todo.
Yo no me voy porque no pueda seguir amándote, sino porque te llevo siempre contigo y estarás siempre en mi corazón... aunque solo sea el recuerdo de una sola noche de amor que me haría transitar una y otra vez el mismo camino para llegar siempre a esa noche, a ese lugar, ese instante en el que nos encontramos y que le dio todo el sentido a esta vida, este tiempo y que inventó este nuestro planeta.
Querida y amada Rosa, no te abandono, te llevo en mi corazón para que vivas ahí siempre y tengas la certeza de que este amor está ahí vivo y nunca muere, aunque jamás lo vuelvas a escuchar o te deje esas cartas que antes dejaba en tu buzón y que siempre pensé que no leerías.
Querida Rosa, soy quien te ama, te lleva en el corazón y te quiere y que simplemente nunca tuvo la fuerza de arrancarte de mi corazón, esta tierra, este planeta pequeño, esta oscura tierra donde echaron tus raíces porque arrancarte te borraría a ti, y a mí... así que nos vamos ahora juntos, tú en mi corazón para que yo siga siendo humana y para que tú sigas siendo mi amor más grande y hermoso que pudo mirar todo lo oscuro y pequeño que siempre ha sido mi corazón. Ha pasado mucho tiempo y te debo soltar y dejarte ir...
No te digo adiós, solo te llevo conmigo.


martes, 15 de marzo de 2016

Dicen que hay que perdonar para olvidar...



He oído mil veces esta canción, y hoy al mirar la fotografía, al recordar palabras de nuevo el corazón se oprime pensando en qué mueve a las personas a quebrar a quien ya encuentra quebrada... y esas cosas raras de la vida, aparece en las imágenes que estoy revisando una que habla de perdonar porque lo merecemos nosotras mismas, porque eso nos hace libres, porque nos libera... y bueno repetiremos el acto constrictivo de decir "te perdono"... y sí, tengo que perdonarme los errores, la debilidad de creer, perdonarme de una vez saberme quebrada y vuelta a quebrar por confiar una y otra vez y no poder ponerme de pie después de tanto tiempo... y dejar de recriminarme por ello, dejar de hacerme responsable y culpable... perdonarla a ella, a la niña que aún cree que miro todos los días al ver el espejo y que ya le han salido canas y se niega a ser adulta.
La misma que veo sonreír en las fotografías...


domingo, 13 de marzo de 2016

Sobrevivir sin mar...

Estaba buscando... pero no lo encontré.

Muchas veces buscamos a la persona ideal, y cuando creemos hallarla nos damos cuenta de que es real, que existe, pero no es la mejor persona para estar junto a ti. Quizá es que aún no se está lista para sobrellevar la vida, o quizá nunca se llegue a estar, pero de repente cuando estás tan lejos y tan borrada de su vida, y él de la tuya, piensas que es cuando más serena estás.
Cuando más tranquilidad encuentras en tu vida y que tal vez nunca puedas coincidir, ni con él ni con nadie, porque tu fragilidad, el haberte hecho pedazos poco a poco hasta acabarte toda, a lo largo de tu vida, simplemente te dejó sin posibilidad de nada y ya no hay forma de levantar los pedazos.
Y pienso en las ballenas, no puedo dejar de pensar en las ballenas que van a morir a las playas... lo hacen porque se extravían, se pierden ahí en el mar, en su hábitat. Ahora estoy así, viviendo como las ballenas, lejos del mar, sobreviviendo, como el pez que apenas respira en esas pequeñas charcas que quedan al bajar la marea... y aún así se resiste a morir.

http://moonywolf.deviantart.com/


El mar nos llama/Argentina Casanova

Para él, que es pequeñito.


Hay un pez en mi mano
nadie puede arrancar el océano a mi sonrisa
nadie

El pez
el abismo
las traslúcidas plantas que alimentan
al branquiforme monstruo abisal
los sedimentos de otros océanos
el páramo floreciente en el abismo
fosforescentes gotas sobre las algas
seres brevísimos hasta ballenas

El invisible mundo
nosotros nosotros repetimos la palabra
por el templar del agua
por la magia en nombrarlas
la renuncia del silencio
¡Escucha, el mar nos llama!

El pez resopla
llama a otros peces –yo temo-
no tengo aletas de pez
pero en mi pecho fluye el mar
late como el ondear de olas contra el casco del barco
no tengo escamas –ahora-
mi cabello danza con gaviotas
mi corazón mi corazón no es
es una ostra de perla oscura
habla al mar y a los albatros
murmura con los pelícanos de otras playas
otras criaturas
y el pargo herido acuchilladas mira de soslayo
¿porqué me odias?
¿porqué arrancas el mar?
porque no vuelves, en vez de acuchillarme

Tengo un pez en la mano
que busca la sal del mar en las arenas
cuerpo del hombre-playa
¡Escucha, el mar nos llama!

Este pez grita   abre la boca   aspira hondo
en vano vuelve al mar en la pared salitrosa
en vano
en vano
Todo es en vano
el pez sobrevive a cuentagotas de humedad
a pulso de nado en piletas cristalinas
ese terror al fondo marino
es la memoria
¡Escucha, el mar nos llama!

En vano el mar se agita cuando el pez respira
boquea exangüe
ahoga la espera en tierra
del sudor salino del hombre-playa  
Él está muy lejos  a la deriva
en otros abismos ya sin las aguas.