martes, 10 de agosto de 2010

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Participación en el Encuentro Nacional de Escritores

miércoles, 4 de agosto de 2010

Mujer en círculo, las posibilidades de una poética femenina

Argentina Casanova

Las discusiones del canon poético se centraron durante mucho tiempo en si realmente debe hacerse poesía en la que el género de quien la escribe tenga alguna relevancia; observable en la temática del poema, el códigos estéticos y en el sujeto lírico hablante en el poema. Esta discusión, obviamente incluye determinar si las mujeres hacen poesía femenina en la que, su identidad femenina es lo característico y lo distintivo como único valor o sí está inmanente lo poético.
Estas preguntas surgen dentro de un canon patriarcal que busca encontrarse así mismo en la obra hecha por mujeres, y si no, en consecuencia se descarta la calidad estética-poética del trabajo.
Se parte de un contexto en el que el discurso histórico dominante hecho por hombres, es el que dice lo que es lo femenino, “constructor de la feminidad –en lo discursivo- con aquellas partes para los que ellos no son aptos, como la maternidad” y como ellos ven o esperan ver a la mujer.
La poética, al igual que en otras formas de expresión del pensamiento humano es considerada fuera del canon si no se ajusta a lo que dice el canon dominante que dicta los parámetros. “De la mujer y sus obras literarias, el hombre espera también el respeto y la admiración de lo que él siente, no de lo que siente la mujer”, afirma Jorge Cuesta. Si ellas deciden escapar a ese canon, él simplemente no lo reconoce con valor dentro de lo establecido por los cánones dictados por él mismo.

La poética femenina
Aclaro que no es poesía feminista, porque solo hay un tipo de poesía la buena y la que es mala, y la mala simplemente no es poesía –afirma Antonio Gamoneda-.
¿Existe pues la poética femenina? esta permite a las mujeres verse con sus propios ojos, no con los ojos masculinos, cabe hablar de una visión poética femenina, una reveladora del inconsciente femenino el cual ha sido privado de expresión y exteriorización en una sociedad patriarcal.
Aclaro que no toda la poética escrita por mujeres entra en esta categoría de “poética femenina” presente en variadas etapas de las poetas, dejándolas algunas como algo pendiente, otras pasando por ella en algún momento, o algunas más eligen hacerla su forma de expresión con los riesgos que ello conlleva.
Mujer en círculo, es un libro donde la autora Sabeli Ceballos, crea una voz lírica femenina que nos habla de sus distintos momentos y tópicos que inquietan a las mujeres en las sociedades modernas, inserta en un discurso histórico en la que se sabe cosificada y en el que su vía de contacto con el mundo real –el cuerpo- es también su discurso, y como tal matizado de lo que el cuerpo femenino es y percibe en su entorno, lo mismo es la tierra, es caja receptora, es casa y es habitación.
Cito:
yo soy la voz
el atrio de las pasiones del silencio
yo salgo de mi boca
con todos los insectos de la vida
con sus cardos marianos y sus lirios
su opio inesperado
su verde amarillando
yo soy la tierra que se proclama
en su habitante


El cuerpo es también punto de referencia en el contexto social-real.
En la realidad, las escritoras no pueden desligarse de un modelo social imperante en el que se espera que en el arte: ellas sean mujeres expresando una visión del mundo como la que él mismo tiene; es decir una repetición de la óptica masculina, la única conocida por él, aceptada y postulada en una sociedad patriarcal cuyo discurso histórico es masculino y al cual se le otorga una validez universal.
Poética femenina, no es poesía femenina porque hable de la mujer o esté escrita por mujeres, pero en lo práctico es la posibilidad de leer esos “ritos de intimidad” llamando así a ese “repertorio de gestos, fórmulas, comportamientos expresados por el cuerpo, pero que son índice de su compenetración con la cultura que lo habita”, cuerpo femenino que permite materializar su entorno con una significación distinta, en la que cobra relevancia la relación de ella a partir del cuerpo.
Cito:
no sentir
cómo nos lloran los pies sin levantarlos
cuánto lastima previa al sueño
la naftalina de adioses en la cama

cómo se puede dormir lleno de ruido
escuchando los ronquidos del silencio

En mujer en círculo, la poética entreteje una visión de la mujer de su realidad, pero a través de sus propios ojos, es un mirarse a sí misma ante el espejo con su propia mirada, no con los ojos del hombre con los cuales le enseñaron a mirar su entorno, su realidad, su historia, a ella misma, no reproduciendo los esquemas patriarcales.
No debe sorprendernos en una construcción de la estética desde lo femenino que la voz lírica de Mujer en círculo sea una especie de discurso polifónico que lo mismo sintetiza la de un yo acuñado en la primera persona que habla, hasta la de muchas otras voces femeninas que se apretujan asomándose, empujándose codo a codo.
Cito:
de las hembras inconformes y ordinarias
que insultan por las calles burdamente
con ese timbre que eriza hasta a las rocas
y no alaban -por vergüenza- los poetas

como ellas soy también:

La poética femenina, nutrida de un pensamiento y un inconsciente femenino debe construir un modelo objetivo de identidad que permita, situar a la mujer como un “sujeto histórico” no simplemente como madres ni en sus relaciones con otro (otra) sino símbolos estructurados por el lenguaje que vincule a nuestra realidad desde un pensamiento femenino.
Althusser plantea que: “la función social del arte consiste en interpelar a los hombres (mujeres) como sujetos de su historia”, es donde una poética femenina nos da pues la posibilidad de una visión desde la feminidad de cómo en este momento la poeta, construye su propia significación y estructura su pensamiento, la existencia simbólica propia reflejada en el lenguaje para nombrar el mundo que la rodea.
qué bueno que estás siempre latiendo
dispuesto tras la ventana
preparando hilo y aguja mientras me oyes
con gasas y vendas en los labios
a remendarme el ego
a curarme con íconos la herida
a mojarme de dicha y de existencia

Lo que el orden patriarcal no ve, es esa fuerza femenina para nombrar el mundo en femenino desde su experiencia personal, tratando de dar sentido a su ser y estar en el mundo.