viernes, 29 de diciembre de 2017
miércoles, 27 de diciembre de 2017
sábado, 23 de diciembre de 2017
viernes, 22 de diciembre de 2017
El almuerzo
Nada lo cambia un
grito
más bien se nos
acomoda el silencio en lo hondo
hondo muy hondo
pasa un día dos
una semana dos un mes dos un año dos
y un buen día
amaneces abres los ojos y todavía lloras
pasaron
cuarentaytantos años y todavía esperas
el almuerzo
puesto sobre la mesa
la ropa
delicadamente planchada
el silencio del
miedo
el dolor que
aguijona
la fotografía
recuperada
todos dicen que
debajo del cemento están los huesos
unos contaban de
las voces escuchadas
del miedo y la
esperanza como una sola
de creer que vivían
De buscar hasta en Las Islas
de imaginar que
un día por fin volvería
mi hijo
mi esposo
mi hermano
mi novio
mi padre
el hijo de la
vecina
la mujer que
nadie notó que un día desapareció
las mujeres que
buscan y sus vientres resisten la punta del fusil
las mujeres que
parieron en esos sótanos de esta sociedad
las mujeres que
volvieron
las que no
volvieron
las niñas que
nadie supo que se las llevaron
las sinnombre que
nadie buscó
las que se
perdieron buscando
una más entre los
miles en un país quebrado
Mire esta
fotografía: ve ese cuerpo, ella era mi madre
Mire usted,
señala la fotografía, era él el más alto,
pero de los otros
chicos nadie supo nada
Y vuelve a
sentarse a la mesa:
espera
un almuerzo en
solitario
sabe más a
miseria humana
que los frijoles
en la pobreza de una casa de cartón
A todos nos
robaron algo en los 70’s
Unos se llevaron
a los hermanos
Otros se comieron
la riqueza
Otros fueron los
niños que murieron enfermos
Esas calles de
piedra
Esa riqueza que
se defendería como perro
Pero solo les
quedó ser perro
Esos ceros que se
llevaron de la moneda
Pero nunca
pudieron quitarnos la memoria
“eran militares,
eran militares, eran militares”
y los muertos con
fusil de palo
y las abejas
durmiendo en la oración
y los muertos los
siguen poniendo los de abajo.
jueves, 21 de diciembre de 2017
Fade out
De todo a cero
La noche más larga inicia
lo recuerdo
lo sé de aquel sueño
que todo se apaga
vuelve otra vez
nunca la oscuridad es tan profunda
cansada
el cuerpo no da más
La noche más larga inicia
lo recuerdo
lo sé de aquel sueño
que todo se apaga
vuelve otra vez
nunca la oscuridad es tan profunda
cansada
el cuerpo no da más
miércoles, 20 de diciembre de 2017
De estos días...
Hay cosas que, si no las escribes, terminan por ahogar…
Escribir cuando ya no se puede hablar… escribir para escucharse a sí misma en medio del ruido de las multitudes que hablan de todo para terminar hablando de nada.
Las alternatividades como engañosas válvulas de escape. Justificar que se hace desde una impostura del hago algo.
La disidencia que no tiene el propósito de transformar ni de hacer conciencia ni de cambiar nada solo de lavar conciencias.
No es un pesimismo natural sino resultado de “los desiertos” que habitamos en la conciencia de que todo es nada. Que ninguna discusión vale la pena ni ninguna pena vale ninguna discusión.
El mundo se deshabita por nosotros mismos. O nosotras. Da igual pero solo es posible entenderlo cuando transitas los desiertos interiores. Cuando nos despojan de todo sin perder nada.
Ni siquiera es menester escribir con un aparente orden. Nada de lo que aparenta tener sentido lo tiene y que lo tenga, es garantía de nada. Tampoco es una nadidad gratuita ni facilona como la que harta estos tiempos de quien lo niega todo para ir hacia ningún lado por la pura pereza.
Pero, ¿qué sentido tiene todo cuando la vida misma es tan frágil? Y todo de-pende de la frágil condición humana.
De pronto… todo me da pereza. Pero es una pereza que empezó hace tiempo. Quizá sea habitar este país de entambados-degollados-desmembrados-asesinados-fragmentados y ausencias que lo borran todo. Hasta el ser, la capacidad de ser nombradas.
Incluso una discusión sobre una bolsa de plástico y mis tontos argumentos compulsivos de no usar plástico para que haya un mundo para sus hijos… no me importan sus hijos ni el mundo solo no puedo con la idea de generar plástico como quien caga demasiado.
Abulia.
Llegó el tiempo en el que incluso los puntos, las comas, los espacios. Todo pierde sentido porque es una invención arbitraria de lo humanamente presuntuoso
Un vacío.
El hambre en el mundo. Los tristes pesos de los que tienen pesos y la tristeza destemplada de quien no posee nada y de quien sabe que nada se posee.
Acaso es relevante. La ritualización banal de lo humano porque solo los humanos le damos sentido a nuestra invención más fútil.
¿Qué es lo trascendente?
Tu nombre es otra arbitrariedad no significas tu nombre, no te relaciona, no te simboliza no te.
Los saltos.
La digresión aquí estás frente a mí, incapaz de hablarme porque no me ves porque estás fuera de ti aunque en ti… porque no sabes ser algo diferente a lo que tienes y donde cabes en ese tú que es cuerpo, aunque también eres ausencia.
Más ausencia si lo piensas bien. Estás ausente de muchas partes y de mucha gente. Solo puedes estar en un lugar y tu ausencia lo habita todo.
Todos creemos que somos excepcionales. Quizá un poco, solo un poco. Qué cansado puede llegar a sentirse después de un tiempo así. Un tiempo sin fecha sin miedo sin asideros y soltando.
Escribir cuando ya no se puede hablar… escribir para escucharse a sí misma en medio del ruido de las multitudes que hablan de todo para terminar hablando de nada.
Las alternatividades como engañosas válvulas de escape. Justificar que se hace desde una impostura del hago algo.
La disidencia que no tiene el propósito de transformar ni de hacer conciencia ni de cambiar nada solo de lavar conciencias.
No es un pesimismo natural sino resultado de “los desiertos” que habitamos en la conciencia de que todo es nada. Que ninguna discusión vale la pena ni ninguna pena vale ninguna discusión.
El mundo se deshabita por nosotros mismos. O nosotras. Da igual pero solo es posible entenderlo cuando transitas los desiertos interiores. Cuando nos despojan de todo sin perder nada.
Ni siquiera es menester escribir con un aparente orden. Nada de lo que aparenta tener sentido lo tiene y que lo tenga, es garantía de nada. Tampoco es una nadidad gratuita ni facilona como la que harta estos tiempos de quien lo niega todo para ir hacia ningún lado por la pura pereza.
Pero, ¿qué sentido tiene todo cuando la vida misma es tan frágil? Y todo de-pende de la frágil condición humana.
De pronto… todo me da pereza. Pero es una pereza que empezó hace tiempo. Quizá sea habitar este país de entambados-degollados-desmembrados-asesinados-fragmentados y ausencias que lo borran todo. Hasta el ser, la capacidad de ser nombradas.
Incluso una discusión sobre una bolsa de plástico y mis tontos argumentos compulsivos de no usar plástico para que haya un mundo para sus hijos… no me importan sus hijos ni el mundo solo no puedo con la idea de generar plástico como quien caga demasiado.
Abulia.
Llegó el tiempo en el que incluso los puntos, las comas, los espacios. Todo pierde sentido porque es una invención arbitraria de lo humanamente presuntuoso
Un vacío.
El hambre en el mundo. Los tristes pesos de los que tienen pesos y la tristeza destemplada de quien no posee nada y de quien sabe que nada se posee.
Acaso es relevante. La ritualización banal de lo humano porque solo los humanos le damos sentido a nuestra invención más fútil.
¿Qué es lo trascendente?
Tu nombre es otra arbitrariedad no significas tu nombre, no te relaciona, no te simboliza no te.
Los saltos.
La digresión aquí estás frente a mí, incapaz de hablarme porque no me ves porque estás fuera de ti aunque en ti… porque no sabes ser algo diferente a lo que tienes y donde cabes en ese tú que es cuerpo, aunque también eres ausencia.
Más ausencia si lo piensas bien. Estás ausente de muchas partes y de mucha gente. Solo puedes estar en un lugar y tu ausencia lo habita todo.
Todos creemos que somos excepcionales. Quizá un poco, solo un poco. Qué cansado puede llegar a sentirse después de un tiempo así. Un tiempo sin fecha sin miedo sin asideros y soltando.
lunes, 4 de diciembre de 2017
Mientras dormías...
Mientras dormías /Argentina Casanova
I
Hay demasiada muerte
Demasiada
Hay demasiada ausencia
Demasiada
...y solo nos deja la costumbre
de renunciar
de saber de ausencias
de saber de abandonos
Cierro los ojos
hundidos en sus cuencas se secan
no hay lágrimas
ya no más
se vaciaron antes
con esos amores huecos
con esos nombres vacíos
ahora no hay suficientes
para llorar las ausencias
que rompen
quiebran
nos dejan sin nada
con las manos abiertas
soltando
irremediablemente conforme
a saber
que se fueron.
No tengo más lágrimas para llorar
No te cuerpo para doblarme
Ni manos para sujetar
soy un trazo que se borra
un papel que se deshace
Ya no sé qué esperar
ya no sé esperar
ya no espero.
Hay demasiada muerte desde que nacemos
demasiadas ausencias acumuladas
se agigantan
lo ocupan todo
es el desierto
donde nada existe
donde todo deja de ser.
sábado, 2 de diciembre de 2017
Hasta pronto mi querida amiga...
Mi corazón está de luto -de nuevo-, y parece que entiende que la vida es el luto por las pérdidas, las ausencias, los abandonos que no terminan... hasta que nos vamos.
Otra vez las enfermedades, los males que nos arrancan a las personas que amamos.
La ausencia es como una piedra gigante que por ahora no puedo sostener, por eso elijo imaginar que solo es breve, que su sonrisa hermosa, su escucha siempre atenta a todas mis alegrías y mis tristezas, los nombres amados, los silencios, todo lo que se guardó entre nosotras volverá apenas nos veamos y con su sonrisa me dirá que todo está bien, que le cuente ya por fin de un amor, de volver a amar porque es lo más bello de la vida...
Hoy te extraño y me harás falta siempre, querida hermana, que ni la enfermedad te quitó la generosidad ni te hizo egoísta.
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